DEL SALVADOR AL ROCIO

La expectación que había a las puertas del templo desde primeras horas de la mañana, era la misma que en torno al mediodía se dejaba ver el pasado Domingo de Ramos. Había ilusión por ver, de nuevo, descender al Simpecado hacia su carreta desde la Iglesia del Salvador.

La recién remozada Iglesia Colegial del Divino Salvador se vio totalmente abarrotada de fieles y devotos rocieros en la misa de Romeros que a las 8 de la mañana comenzaba y que estaba presidida por el Vicario de la Archidiócesis D. Francisco Ortiz. En la misma intervino, como es tradicional el Coro de la Hermandad.A su terminación se procedió a colocar el Simpecado en su Carreta de Plata bajo un inoportuno aguacero que en ningún momento llego a deslucir el acto.
La Plaza del Salvador se encontraba llena de un público expectante que soportó la inclemencia del tiempo con gran dignidad, al igual que el gran número de romeros que engrosaban las filas de la Hermandad, sabedoras que vivían un momento histórico al poder volver a salir después de cinco años de su sede canónica.
Este año la ofrenda a la Patrona de la ciudad, tuvo que hacerse el día anterior, dado que al encontrarse en obras el Puente de San Juan la Hermandad marchó hacia la aldea almonteña por otro itinerario.

El discurrir fue algo acelerado, debido a que tenía que estar a las once y media de la mañana fuera de los límites de la ciudad. El Ayuntamiento recibió a la Corporación en la Plaza Nueva, donde el alcalde realizó una ofrenda floral.