NAZARENO.
Me has mirado, Jesús, Tú me has mirado,
sin importarte que yo no te venere,
que pase el año vilmente entretenido
entre amores y odios muy mundanos.
¡y yo que te creía frío, indiferente,
que sólo te ocupabas de lo ilustre,
de la gente que sublima tus palabras!
Cargado con la cruz de mis pecados,
camino del Calvario yo te llevo,
pero conservas el gesto del que ama.
desde el centro de tu paso de tortura,
pues es la tuya de piedad, un vaso íntegro,
de colosal pasión, cáliz hermoso,
de recta voluntad, un soplo nuevo.
y no me pides cuenta de mi vida,
solo me miras con magnánima ternura,
con esa mirada dulce que nos pone
quien de verdad nos ama y nos auxilia.
¿Por qué nos dueles tanto, Narareno?
Nos duele tu rostro, tan divino...
y a la vez tan cercano.
Nos duele verte con la Cruz cargado.
Nos duele tenerte a nuestra vera
y nosotros de Ti tan alejados.
Nos duele tu cuerpo acardenalado
teñido de sangre y ultrajado.
Nos duele saberte en el sagrario
y que digan de ti que eres un palo.
¿Cómo has de ser Tu de madera
si yo te siento tan humano?
Si escuchas mis súplicas, mi rezo y mi llanto.
Si cada astilla son suspiros y ruegos,
recuerdos de los que se han marchado,
si eres la fe de mis antepasados
que esperan la eternidad en Tu regazo.
Si eres mi sostén, y mi auxilio tus brazos,
llevando la Cruz de mis pecados.
¿Cómo pueden decir que eres sólo un palo?
Si tu curas al enfermo y alivias al desahuciado
Si compartes nuestras alegrías y quebranto
Si velas desde tu ermita
cada día ¡todo el año!
protegiendo las ovejas
de tu ferviente rebaño
Si llenas de luz nuestra tierra
y de esperanza nuestro desmayo
si contigo no hay infierno sino paraíso esperado
Si doras nuestros membrillos
y haces el cielo más claro
si inundas de lágrimas
nuestros ojos a tu paso
y en tu nombre haces
que nos llamemos hermano
¿Por qué dicen que eres de palo?
¡Si tu nos dueles tanto!
¡Bendito Nazareno Sevillano!
Francisco Javier Reinas.
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